El peaje al autoconsumo se aplica a la energía que genera el AVE al frenar

AVEEl peaje cargado sobre la electricidad autogenerada –el célebre impuesto al sol–, no sólo se aplica a las instalaciones solares o eólicas; también lo hace sobre la energía que se produce con el frenado de los ferrocarriles de Alta Velocidad y que, si no puede aprovechar otro tren alimentado por la misma catenaria, se devuelve a las redes. Los trenes de tracción eléctrica, al frenar, pueden convertir la energía cinética y potencial en energía eléctrica; lo hacen a menudo, porque el freno eléctrico detiene mejor el vehículo que el freno de fricción. Esta energía autogenerada se aprovecha en el propio tren y, si éste cuenta con un freno regenerativo o de recuperación, se envía a la catenaria para que la use otro tren que circule por la misma línea o retorna a las redes eléctricas. Cuando esto último ocurre, sufre el impuesto al sol desde el pasado 11 de octubre, día en que entró en vigor el Real Decreto 900/2015, que regula el autoconsumo. De los tres peajes que soporta el autoconsumo convencional, uno a la potencia de la instalación, otro sobre la autoproducción y otro sobre la energía vertida a la red, al AVE sólo le afecta el segundo, y se aplica, curiosamente, sobre la energía excedentaria que inyecta en el sistema.

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