España, en la vanguardia mundial contra las renovables

(Artículo escrito por Jorge Morales de Labra, director general de Geoatlanter y experto en el sector eléctrico)

España, en la vanguardia mundial contra las renovablesNo me cabe duda de que ha tenido que ser extenuante la presión que las eléctricas deben de haber sometido al Gobierno para que éste haya aprobado el impopular decreto de autoconsumo a 70 días de las elecciones generales. Lo que no acepto es que se nos tome por tontos haciéndonos creer que la normativa de autoconsumo más restrictiva del mundo va a fomentar, como dijo el ministro Soria en la rueda de prensa posterior a su aprobación, el desarrollo de las energías renovables y de la generación distribuida.
Hagamos números: una instalación solar fotovoltaica diseñada para producir la energía eléctrica que consume una familia media en España cuesta unos 5.000 EUR, IVA incluido. Para esa misma familia, que está pagando algo más de 800 EUR al año en su factura “de la luz” y que no espera sino más subidas en el futuro, se trata de una inversión indudablemente atractiva sabiendo que los paneles tienen garantía de producción de al menos 20 años.
Al ser energía renovable, realizada de forma voluntaria sin ningún tipo de apoyo ni subvención por parte de quien consume, estamos, sin duda, ante la mejor vía para transformar de una vez nuestro vetusto modelo energético. Algo que cualquier responsable de política energética del mundo en las últimas décadas no habría considerado ni en sus mejores sueños.
Es claro que, como la energía producida y la demandada no van a coincidir exactamente en todo momento, habría que seguir manteniendo —no en su totalidad, sino en parte, y cuanta más gente lo haga, cada vez menor— el sistema eléctrico actual. Con independencia de tecnicismos regulatorios, creo que resultaría aceptable para la mayoría de la ciudadanía que, en lugar de ahorrarse la totalidad del recibo de la luz, nuestra familia que invirtiera en autoconsumo siguiera pagando una pequeña parte, pongamos, por ejemplo, un 30% para cubrir ese déficit de simultaneidad.

Para descargar la noticia completa pincha aquí